Anticipar y Planificar. Los padres pueden crear entornos y experiencias seguras para sus hijos al intentar imaginar situaciones desde el punto de vista del niño y anticipar lo que el niño es probable que haga. Por ejemplo, antes de enviar a un niño a jugar, los padres necesitan averiguar quién los supervisará, qué reglas sobre el uso de la computadora e Internet se observan y si tendrán acceso a alcohol, tabaco o drogas. Los padres también deberían hablar con sus hijos sobre cómo terminar de jugar temprano y volver a casa si no se sienten cómodos.
Comunicar. Es importante compartir y discutir las reglas y expectativas de seguridad de la familia con tu hijo regularmente. Cuando dejas a tu hijo al cuidado de otros, asegúrate de discutir tus reglas y expectativas de seguridad con los adultos a cargo.
Practicar. Con tu hijo, analiza cómo actuar ante situaciones inseguras. Presenta escenarios de desafío y juegos de personificación sobre cómo el niño estaría seguro en esa situación. Por ejemplo, enséñale a tu hijo que es inseguro brindar información personal a extraños y luego pregúntale cómo responderían en situaciones donde un extraño le pregunta esta información. Finalmente, asegúrate de que tu hijo sepa el nombre de algunos adultos de confianza y cómo estar en contacto con ellos. Publica la información de contacto de emergencia, así como tu nombre e información de contacto en la heladera para utilizar como referencia de emergencia.
Peligros más comunes en los hogares
Objetos con filo: Las tijeras, cuchillos y otras herramientas filosas se deben manejar con cuidado. Estos artículos deberían dejarse fuera del alcance.
Veneno: Ejemplos de venenos encontrados en los hogares incluyen limpiadores domésticos, repelente para insectos, venenos para ratas, fertilizantes y anticongelante. Los niños aman utilizar los rociadores y el paquete de los agentes limpiadores generalmente es muy atractivo. Explícale que los limpiadores por lo general contienen veneno que puede lastimar el cuerpo del niño si lo ingieren, beben, tocan o incluso si lo huelen. Estos venenos siempre deben estar fuera del alcance o en armarios cerrados con llave, y sólo los adultos deberían manejarlos.
Iniciadores de llamas: Habla con tus hijos sobre el peligro del fuego. Si tus hijos encuentran un encendedor o fósforos, deben comunicarle inmediatamente a un adulto y no deberían tocar estos artículos.
Coberturas para enchufes: Los niños jóvenes generalmente son muy curiosos sobre los enchufes y pueden intentar colocar sus dedos u otros objetos dentro de los mismos. Todos los enchufes deberían estar cubiertos en los hogares para los niños y bebés.
Medicamentos: Cuando hables acerca de los frascos de medicamentos, asegúrate de que los niños entiendan que los adultos siempre deben manejar los medicamentos y mantenerlos fuera de su alcance; podrían envenenarse por una sobredosis.
Pequeños objetos: Los pequeños objetos que caben dentro del tubo de asfixia (rollos de papel higiénico) podrían ocasionarle asfixia a un bebé o niño. Mantener los pequeños objetos fuera del alcance de niño y bebés.
Las referencias
ChildBuilders. (2014). Build to nurture. Houston, TX: ChildBuilders.