Estas técnicas de disciplina se utilizan para detener el comportamiento negativo o inaceptable antes de que suceda al preparar a los niños para el éxito. Estas técnicas incluyen: Demostración, empatía, apoyo, consecuencias (ver información adicional sobre estos temas), así como las técnicas descritas a continuación: Rutinas, sentido del humor, establecer límites, desvío físico y verbal e incentivos.
Rutinas
Las rutinas son actividades realizadas de manera consistente y previsible. Los niños pueden depender de las rutinas familiares. Las rutinas ayudan a los niños a sentirse seguros y estables. Cuando los niños pueden contar con lo mismo día a día, ellos se sienten seguros y desarrollan la confianza en sus padres y en su entorno.
Ejemplos de las rutinas que ya puede observar: asistir al colegio todos los días, asistir a los servicios religiosos los fines de semana, cenar con la familia todas las noches o ciertas noches en la semana.
Ejemplos de rutinas que ayudan a los niños jóvenes a sentirse seguros y estables: rutina por la noche siendo la misma todas las noches, preparar una comida especial o celebración cada año, cantar una canción especial cada mañana cuando se despierta.
Sentido del humor
Incluso cuando los niños se comportan mal, puede ser útil responder con una sonrisa y sentido del humor. La gracia puede diseminar una situación tensa. Enfocar la crianza con sentido del humor demuestra el placer de la vida.
Establecer límites
Los límites son importantes en todas las edades y cambian a medida que el niño crece. Para cada niño, el límite comienza con proporcionar un entorno seguro y positivo para jugar. Esto los hace sentir seguros y les permite explorar sin decir “no” con frecuencia.
Redirección física
Cambiar el entorno puede cambiar el comportamiento. Cuando vea signos de que tu hijo está a punto de tomar una mala decisión, distráelo y redirecciona la atención a una tarea positiva. Por ejemplo, si tu hijo está a punto de tocar la estufa caliente, apártalo de la estufa hacia un muñeco seguro.
Redirección verbal
La redirección verbal se refiere a utilizar palabras para cambiar la situación cuando tu hijo va por mal camino. La clave para la redirección verbal es realizar declaraciones positivas. Dile a tu hijo qué hacer en lugar de lo que no tiene que hacer. La palabra “no” debería utilizarse rara vez. En su lugar, utiliza la palabra “puedes” más a menudo.
Incentivos
Un incentivo es una fuerza motivadora. Puede ser una cosa, un privilegio, o una atención positiva de ti. Utiliza incentivos cuando le ofreces elecciones a tu hijo. El incentivo puede hacer más atractiva la elección que deseas para tu hijo.
Los incentivos pueden establecer las bases para el comportamiento positivo de tu hijo. Existen muchos tipos de incentivos. Los niños de diferentes edades se motivan por medio de diferentes cosas. Recuerda que la edad apropiada de un incentivo aumenta su efectividad. Encontrar el correcto para un niño conlleva un poco de creatividad. Por ejemplo, le puedes ofrecer a tu hijo un viaje al parque infantil como incentivo por guardar los juguetes.
Las referencias
ChildBuilders. (2009). Parents under construction: Secondary curriculum. Houston, TX: ChildBuilders.